Para abocarnos de lleno al tema del Arte Urbano, es preciso delimitar
tiempo, técnica y mensaje, de aquello que nos interesa.
Es posible remontarlo (no sin un poco de esfuerzo) a las pinturas rupestres.
No a aquellas de las cavernas, porque pertenecerían, por decirlo de algún modo,
a la esfera de lo “privado” al hallarse “dentro” de las cavernas. Sino a las
que podemos encontrar en el norte de África, realizadas sobre piedras planas o
lajas que se ubican a la intemperie. O también a las encontradas en distintas
partes de la América pre hispánica, siempre por fuera de los ambientes
arquitectónicos.
Ahora bien, ¿a qué llamamos Arte Urbano o Arte Callejero?
Es la traducción de la expresión inglesa street art, y engloba a todo
arte que se expresa en la calle, normalmente de manera ilegal, y describe el
trabajo de personas que han desarrollado un modo de expresión artística
mediante el uso de diversas técnicas como plantillas, posters, pegatinas,
murales y grafiti (entre las más importantes), en una nueva forma de
comunicación a través de las imágenes, del texto, el contenido y la opinión
social.
Aquí hace falta precisar un poco más y,
como hicimos al principio, delimitar, sobre todo para darle mayor atención a
aquello que podemos llamar arte, dejando fuera las pintadas románticas de algún
adolecente enamorado o despechado, las expresiones fanáticas de algún hincha de
fútbol, la propaganda de algún partido político, etc.
Entonces, el arte callejero, al integrar
sus elementos en lugares públicos muy transitados, pretende sorprender a los
espectadores y suele tener un mensaje subversivo que critica a la sociedad con
ironía e invita a la lucha social, la crítica política o, simplemente, a la
reflexión. Sin embargo, existe cierto debate sobre los objetivos
reales de los artistas que actualmente intervienen el espacio público.
Dentro de las técnicas más usadas en
este tipo de manifestación artística encontramos al grafiti. Se llama así a
varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre mobiliario urbano.
Es un término tomado del italiano, graffiti,
plural de graffito, que significa ‘marca o inscripción hecha rascando o
rayando un muro’ y así llaman también arqueólogos y epigrafistas a las
inscripciones espontáneas que han quedado en las paredes desde tiempos del
Imperio Romano.
Entre los romanos era muy común la
costumbre de la escritura ocasional sobre muros y columnas, esgrafiada y
pintada, y se han encontrado múltiples inscripciones en latín vulgar con
consignas políticas, insultos y declaraciones de amor, junto a un amplio
repertorio de caricaturas y dibujos en lugares menos afectados por la erosión,
como en cuevas, muros enterrados, en las catacumbas de Roma o en las ruinas de
Pompeya, donde quedaron protegidos por la ceniza volcánica. También existen
todavía grafitis hechos por marineros y piratas que en sus viajes al pisar
tierra dejaban sus seudónimos o iniciales marcadas sobre las piedras y grutas,
quemando un trozo de corcho.
Otro
antecedente del Arte Urbano es la antigua práctica de la acera o de la calle
decorada con tiza o pasteles. Aunque esta forma de arte sea nueva para la mayor
parte de los países, tiene una larga tradición en Europa y como se piensa,
tiene su origen en Italia durante el siglo XVI. Los “madonnari” eran artistas
vagabundos que pasaban su vida viajando, recorriendo festivales, y eran los “juglares”
de las artes visuales.
A menudo
vivían únicamente de las monedas recibidas por sus dibujos que eran un homenaje
a la Virgen.
En Italia,
llaman “madonnari” a pintores callejeros que reproducen imágenes de la Virgen
(Santa María). Esto está ligado a la rica historia religiosa del arte italiano
y está unido a los iconos, así como pinturas votivas y ex-voto (un ofrecimiento
dado antes o en agradecimiento por un rezo contestado o un milagro).
Durante
siglos, los “madonnari” eran artistas que reproducían imágenes simples con
materiales mínimos. Paralelamente a lo sucedido en Italia, comenzaron a
aparecer en Londres, Inglaterra, a mediados del siglo XIX. Llamaron a estos
artistas "screevers", un término que se refiere al mensaje escrito
que generalmente acompañaba sus trabajos. Un temprano libro de consulta coloca
el origen de la palabra "screeve" en Escocia u Holanda, pero es muy
probable que la palabra derive del italiano "scrivere", lo cual une aún
más las dos tradiciones.
Durante la
Segunda Guerra Mundial estos artistas sufrieron muchas dificultades y redujeron
notablemente su número. A pesar de esto, un pequeño grupo siguió trabajando en
los años ‘80. Gracias al Festival Internacional “la Pintura Callejera” en
Grazie di Curtatone al norte de Italia, recibieron el reconocimiento por sus
esfuerzos. De esta manera, atestiguaron la revitalización y la transformación
de su arte como un fenómeno mundial.
Aunque haya
poca documentación por parte de los italianos en cuanto a sus “madonnari”, los
Victorianos estuvieron interesados y documentaron a sus pintores callejeros. En
los años 1930 tanto Jorge Orwell como Pamela Lyndon Travers escribieron sobre
pintores de la calle. El carácter de Travers de Bert, el “screever”, se
popularizó en la película de Disney “Mary Poppins”. A principios de los ‘70, la
pintura callejera comenzó a tener un pequeño resurgimiento en Italia. El
festival en Grazie enfocó su atención en esta forma de arte, y estudiantes
europeos comenzaron a unirse a estos artistas que sobreviven creando imágenes efímeras
de tiza por unas pocas monedas. Algunos de estos artistas viajaron a los
Estados Unidos, pero el único en trascender fue Robert Guillemin, conocido como
"Sidewalk
Sam".
A principios
de los años 1980, el artista Kurt Wenner fue el primer estadounidense en unirse
a las filas de los “madonnari”. Él comenzó a pintar en Roma, Italia en 1982 y
trabajó ocasionalmente con Manfred Stader. En el mismo año, Wenner volvió a los
Estados Unidos introduciendo este tipo de arte en el Museo de Arte de Santa
Bárbara. Fue, también, el primer artista estadounidense en ganar, durante tres
años consecutivos, el premio superior en la competición del festival de Grazie
di Curtatone y recibir título de Maestro de Pintura Callejera.
Hacia 1985 el
arte de Wenner había capturado la atención de muchos, incluyendo la National
Geographic Society que filmó el documental las “Obras Maestras de Tiza”
en ese mismo año. En 1986 Wenner comenzó el primer festival de Pintura
Callejera en EEUU y lo llamó “Yo, Madonnari”. El festival se realizó en la Old Mission Santa Barbara, California. En la siguiente década, Wenner enseñó el arte
de la pintura callejera, y continuó con otros festivales.
Desde primer
festival estadounidense en 1986, la pintura callejera ha crecido
exponencialmente. Además de los festivales estadounidenses hay un número
creciente de festivales por todo el mundo, en particular en Europa, México y
Australia.
En 1982, Kurt Wenner combinó la técnica tradicional de pintura callejera
con su educación clásica y comprensión del ilusionismo para inventar una forma
de arte propio. Esta se conoce como anamorfosis, ilusionista, o pintura
callejera en 3D.
La geometría
de Wenner está inspirada por los grandes techos barrocos de Roma del siglo
XVII, aunque él mismo tuvo que calcular como tal idea podría ser aplicada a una
superficie cerca del espectador que fuera vista en un ángulo oblicuo. El empleo
de esta técnica se extendido por los medios de comunicación y popularizó esta
forma de arte inspirando muchos artistas. Brian Davis y Elise McConnell se
encuentran entre los primeros.
Ambos
artistas, sumamente talentosos, inspiraron el entusiasmo a muchos más, entre
ellos encontramos a Rod Tryon y Tracy Lee Stum, Genna Panzarella y Melanie
Stimmel.
Hoy en día la
pintura callejera puede ser vista en la publicidad, películas, anuncios de
impresión, y sobre la calle.
Desde mediados del los años 90 el término street art o, de forma más
específica, Post-Graffiti se utiliza para describir un nuevo tipo de
expresión artística callejera. El postgrafiti nace del encuentro del arte académico
con el grafiti y otras formas de cultura popular. El artista del postgrafiti
propaga muestras gráficas de su identidad por los espacios públicos pero, a
diferencia del escritor de grafiti utiliza motivos que el público puede
entender. Tienen, en su mayoría, formación académica y su actitud a la hora de
ocupar superficies públicas es mucho más respetuosa que la de los escritores de
grafiti.
El uso de plantillas (stencil), a menudo con un mensaje político, cobra especial
relevancia en París en la segunda mitad de los años 60. Sin embargo, no es
hasta mediados de los años 90, con la aparición de artistas como el
norteamericano Shepard Fairey y su campaña "Obey" (Obey Giant: Obedece al gigante),
ideada a partir de la imagen del personaje de circo Andre The Giant y llevada a
cabo mediante el uso de posters y plantillas, cuando las diversas propuestas de
este tipo cobran auge en distintas partes del mundo y son percibidas en su
conjunto como parte de un mismo fenómeno o escena.
El mensaje original de esta campaña fue nulo, se erigió haciendo referencia
a sí mismo, sin otro significado de por medio. Sin embargo, desde mediados de
los noventa ha sido una de las imágenes de cultura urbana más veces retomada
por otros artistas. Se ha parafraseado a manera de homenaje y otras como
ironía, pero ha servido como base importante para el desarrollo del arte
callejero en todas las capitales del mundo.
Exponentes del arte
callejero
El estarcido (stencil) y la pintura en espray, es la forma en donde
se puede encontrar mayor diversidad de estilos y búsquedas estéticas por los
artistas del movimiento. Aunque también en pegatinas y pósteres, es donde
podemos ver la evolución de este arte de la calle. Con diferentes ciudades como
núcleos del arte callejero, algunos de sus exponentes más reconocidos son Banksy, John Fekner, Shepard Fairey, Blek le Rat, Bloo and Titi.
Con estos artistas se ven manifestadas en sus obras no sólo las variantes
técnicas y estéticas, sino también distintos trasfondos ideológicos. Con
Banksy, por ejemplo, se ven manifestadas irónicas figuras que se burlan de la
política o de la moral. Por otro lado, el americano Shepard Fairey, ha saltado
a la fama por una campaña esparcida por toda la ciudad, sin bases u objetivos
reales, más que la reproducción de una figura por el medio en sí mismo.
Así mismo, podemos
encontrar verdaderas obras de arte diseminadas por la ciudad, realizadas por
artistas como Keith Haring
y Swoon,
las pinturas geométricas de Eltono
o los colibrís de Dan Witz.
Glosario: Gentileza de Revista Watt
Street Art - Se desarrolla en los espacios
públicos. Puede incluir grafiti, stencil, intervenciones urbanas, instalaciones
y stickers.
Grafiti - si bien el término pertenece al siglo
XIX, su práctica se remonta hasta la prehistoria con las pinturas rupestres en
las cuevas de Altamira. Es una práctica que se relaciona con la necesidad el
hombre de dejar huellas. Durante el siglo XX, dos acontecimientos marcaron este
arte: el mayo francés del ´68 y el grafiti neoyorquino de los ´70.
Grafiti hip hop - nacieron como dibujos
adolescentes en barrios marginales como Harlem y el Bronx (NY). Aparecían en
las paredes y en los vagones de los trenes y subtes. Los primeros eran,
únicamente, el nombre o apodo del autor. Existen diversas letras, desde las
Bubble Letters hasta las 3D. En Argentina, comenzó a popularizarse en los
noventa. Hoy se los puede ver en vagones de trenes y subtes.
Stencil- Se utiliza una plantilla con diferentes
dibujos y/o letras y se las rocía con aerosol sobre una pared para que quede
grabado el dibujo o mensaje. Es rápido y fácil. Al igual que el grafiti, es una
práctica milenaria. En el Antiguo Egipto o en China se utilizaban plantillas de
cuero o papel con las que se realizaban figuras para decorar paredes.
Stencil Argentino - Creció a
partir de la crisis del 2001, con mensajes irónicos a políticos o estereotipos
sociales. Desde la parodia "Hello Kirchner", con un Kitty de mirada
estrábica, pasando por Bush, El Eternauta y Mirtha Legrand, entre los
favoritos.
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Banksy - "Boxhead" - Stencil - Inglaterra |
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