miércoles, 18 de julio de 2012


La idea de esta charla es centrarnos más en un arte que se autodefine y se autoconcientiza sobre sí mismo y sobre su producción.
Por eso (y como suelo hacerlo), es importante retomar el hilo de la historia para ver cómo se fueron sucediendo los hechos que provocaron las "metamorfosis" del Arte...

Los dogmas relacionados con la normativa estética entran en CRISIS con la VANGUARDIA. En esta crisis se relacionan 2 fenómenos importantes:
1.        Necesidad de instituir nuevos sistemas de arte y  de elaborar nuevas poéticas.
2.        Procesos mentales que operan de subtractum del hecho artístico.
Gran parte del arte producido durante el proyecto de la MODERNIDAD expresa superar la condición puramente sensorial y perceptual: con fundamentaciones mentales, afectivas e intelectuales, de los procesos artísticos.

Autonomía institucional del arte:
"...a mediados del Siglo XIX, emergió una concepción esteticista del arte, que impulsó a que el artista produjera sus obras de acuerdo a la concepción diferenciada de arte sobre arte. La autonomía de la esfera estética se convertía así en un proyecto consciente y el artista de talento podía entonces trabajar en la búsqueda de la expresión de sus experiencias internas, experiencias de una subjetividad descentrada, liberada de las presiones del conocimiento rutinizado o de la acción cotidiana" (Habermas, 1981).

"A los problemas de contenido, que en la pintura habían angustiado tanto a los artistas realistas como a los románticos, les sustituyen -en el Impresionismo- los problemas de la técnica, la luz, y sobre todo el objetivismo que tienden a sustituir. Van Gogh dirá que su gran deseo es aprender a hacer deformaciones, mutaciones de lo verdadero, que salgan de su pintura hasta mentiras, pero mentiras que sean más verdaderas que la verdad literal" (Picó, 1988).

"El artista adopta una actitud analítica, desplaza los procedimientos, del plano inmediatamente expresivo o representativo, a un plano reflexivo de orden metalingüístico, empeñándose en un discurso sobre el arte, en el mismo momento en que, de una manera concreta, hace arte" (Menna, 1973).

La semiótica llama la atención sobre un hecho característico, el que los textos producidos por la actividad denominada arte, se distinguen del resto de los demás textos, por una especial atención puesta sobre los procedimientos sintáctico formales de producción textual, y también, por la consiguiente reducción de las componentes pragmáticas de índole informativa. (Jakobson 1956 y 1963).

El lector realiza el significado del texto a medida y en  función de su capacidad lectora, es decir: "la obra solo existe a nivel de sus facultades" (Sartre, 1964).
La función estética de un texto de arte se caracteriza por su ambigüedad fundamental, y por el esfuerzo adicional que esto implica para el lector, quién debe actualizar finalmente las posibilidades funcionales que el texto no manifiesta explícitamente. Como se ha dicho numerosas veces, el arte puede ser definido en ciertos contextos culturales - y a esto nos hemos referido arriba al hablar de textos artísticos procedentes de diferentes épocas y lugares - como un texto perezoso que requiere un lector capaz y activo; a diferencia de la comunicación mediática que prevalece en la cultura de masas, la que requiere simplemente un lector perezoso siempre bien dispuesto frente a un texto gastronómico y placentero.

Un ejemplo claro de lo experasado anteriormente son los movimientos del Siglo XX denominados como "Arte Contreto"

Hacia los años 20 encontramos:
Ø  BAUHAUS: Alemania
Ø  SUPREMATISMO: Rusia
Ø  CONSTRUCTIVISMO/REALISMO: U.R.S.S.
Ø  NEOPLASTICISMO: Países Bajos.

ARTE CONCRETO: Se constituye en la más radical y racional crítica al principio que impide o limita el empleo no ­referencialista del signo. Esta corriente se desarrolla sobre el mismo proceso de crisis de los códigos artísticos basados en el iconismo. Colores y formas no se disponen a fin de representar objetos percibidos. Se produce arte visual sin crear una imagen en el aspecto de referencia sensible a la percepción de la realidad visual. Son las formas y colores presentados como estímulos, la realidad concreta en sí misma.

"El desarrollo del arte constructivista, desde los años 20 hasta hoy, puede ser resumido de la siguiente manera: pasó del modelo utópico que conquistara el nuevo espacio a través de composiciones equilibradas, a las investigaciones estéticas de los elementos básicos de la creación artística: color, estructura, línea, espacio, movimiento, serie" (Herzogenrath, 1974).

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